viernes, marzo 16, 2007

Abrazando silencios


Intenta llorar y no puede,
hay algo que la empuja hacia la paz,
la paz que aporta el amor.
Una luz, su luz…
una luz ilumina su alma,
o es su alma la que ilumina su corazón,
un corazón que rebosa como manantial
agua cristalina,
tan cristalina como el reflejos de sus ojos
sobre tu alma,
con la levedad de su cuerpo
paseando sobre pentagramas,
tan tenue como su voz en un susurro,
como diminutos latidos de su corazón
que se fijan en una frecuencia melódica,
tocando con el piano de su alma
una melodía para una mirada,
su voz se modula con el diapasón latente,
bajo Mi sostenido te acaricia la nuca,
o eso sueña…
Tus labios susurran como violines sin cuerdas
su nombre entre amapolas coloradas.
Sentada en la tarima de un teatro,
mi alma toca un solo de piano,
pequeñas melodías para tu alma,
las notas acarician las butacas carmesí
entre ecos de terciopelo.
Cierro los ojos... silencio,
mi cuerpo despierta,
las manos siguen tocando,
mi alma volando,
tus besos se deslizan por mi nuca,
tu mirada recorre el silencio,
tu silencio me abraza,
abrazo un sueño…
Hoy el despertador no tiene sonatas para mi…


El poema es una cosilla que había escrito hace algún tiempo y que hoy sentí que me apetecía publicar... Hoy estoy contenta, no tengo motivo aparente, pero supongo que por eso sonrío